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Mostrando entradas de mayo, 2020

Tres poemas de Ion Mircea

PRÓLOGO De un tiempo a esta parte, amor mío, mi capacidad auditiva no es la misma y sucede que no escucho todas tus palabras. pero tú eres tan hermosa como el silencio que me rodea. de un tiempo a esta parte, tampoco los ojos me sirven de gran cosa. pero tú, amor mío, sigues siendo hermosa incluso en la oscuridad. un bello día perderé también el resto del cuerpo. pero entonces, amor mío, serás tú mi nuevo cuerpo y regresaré a ti al atardecer como una abeja ciega y sorda vuelve a su colmena. EL DERECHO A SER OLVIDADO Tras ejercer el derecho a ser olvidado después de que borrasen cualquier referencia a mi nombre en el espacio virtual compruebo con sorpresa que no he dejado de existir, amor mío, incluso olvidado sigo siendo el mismo, sería de una enorme ingratitud no admitir que morir ahora me resultaría mucho más fácil con los pies besados por las olas mientras, por un instante, me olvido pura y simplemente de que estoy echado y doy los primeros pasos gotas

Dos poemas de Mary Jean Chan

NOTAS PARA UN ENTENDIMIENTO I Cuando dijiste: ¿Por qué no me advertiste acerca de las diferencias culturales?,  no sabía si te referías al rostro de mi madre completamente oscuro como una cortina, o a las verduras. II Cuando mi madre dijo:  el contorno de sus orejas es catastrófico , por un momento reflexioné sobre las sombras de mi propio auditorio, hasta qué punto ellas habían representado también un papel en mi rareza irrevocable. III Cuando mi padre dijo:  Encuentro que el lenguaje es algo muy difícil , me pregunté si se estaba disculpando por sus silencios, por cómo no había dicho nada cuando mi madre hizo estallar mi nombre. IV Cuando yo dije:  Quiero gritaros a todos, pero ¿en qué idioma?,  mi mente estaba sintonizada en dos frecuencias: la rabia cantonesa de mi madre y tu inglés como una ráfaga, que me invitaban a elegir. HABLANDO EN LENGUAS mi madre dice:  fan lei la poeta dice:  compórtate mi madre dice:  seng sin la poeta dice

Tres poemas de Dom Moraes

UNA VEZ Te ocurre una vez, y sólo una. Observas dentro de ti durante muchos años, un hábito de infancia nunca abandonado, y un día por accidente aparece un rostro que reconoces sin haberlo visto jamás. Rasgos delicados de una raza antigua, una belleza clásica cincelada sobre piedra oscura que devuelve el recuerdo de otro lugar que te fue familiar en un tiempo distinto. Desde tu exhausta mente la memoria asciende como se aclara el agua tras arrojarle una piedra; el mundo hecho carne, su cuerpo de bronce intenso entre tus brazos muchos años después. Te ocurre una vez; sólo una.   TRAS LA PUERTA Un cadáver viste mis ropas. Un muerto calza mis zapatos con sus pies infectos. Mis anteojos no ven. Me encuentro ante una puerta labrada en piedra negra de la cual no tengo la llave. Los amigos que hice cuando era joven patrullan la orilla occidental. Me piden que traicione cuando tengo y les siga. Quizás lo haga, algún día, pero me ha agotado est

Un poema de Nguyên Tiên Hoàng

RÍO HÀN Estuve allí una mañana, podría haber sido este mismo rincón la orilla abierta atenta al agua plateada-temblorosa-calma-fluida-veloz el agua y sus detritos antes de la guerra antes de las multitudes de máscaras La mujer del ferry es el ahora: un barco ligero, una hoja, luz y agua, patrones de pequeños gritos que invaden estuarios de cañas, sapos, ranas, chinches La voz del río cruza una ciudad embelesada Ella y su carga navegando la mañana incesante bajo el sol quieto que arde en un estado mental-recayendo en su locura sin sentido Estuve allí una mañana, podría haber sido este mismo rincón Yo podría haber sido el ciego que deambula por la ciudad cruzando sus muchas puertas o Heráclito, quien podría haber sido la comadrona la mañana que nací La mujer del ferry podría haber sido mi joven madre su hijo una foca de río que acaba de perder su rama de roble Cogiendo con fuerza mis manitas de niño bajo la arjuna gigante una mujer enorme y luminosa que hablaba l

Dos poemas de Max Ritvo

LOS SENTIDOS Todo me sienta tan bien: mi gorro de lana, la larva de aridez en mi garganta. El sonido de las verduras en la sartén se parece al de un hombre limpio y silencioso que dobla sábanas. Pero sigo teniendo pensamientos— siempre un pensamiento que mantiene a raya al siguiente hasta que se echa a perder como que ya otra imagen de la insatisfacción que ama ser pensada, otra pera, fea como la cabeza de un hombre que piensa. Pensaba que mi siguiente pensamiento sería una visión de mi sufrimiento; pensaba que entendería el rayo amarillo de la tormenta pintada-- la manera crucial en que desaparece cunado me imagino a mí mismo tirándome de cabeza al cuadro. A cambio tengo esta imagen de la insatisfacción, el pensamiento que no se eleva, sino que se parte en dos en la pregunta no respondida del relámpago,  mi mente como ese guante negro que tomas por un hombre en medio de la tempestad. POEMA A MI CAMILLA Comparto mis genes con los raton

Un poema de Phoebe Giannisi

LOS COMEDORES DE LOTO, II Aquí me quedaré  donde da la vuelta la carretera  en la curva de la bahía  donde termina el cabo  en la cima de la alta montaña  en los brazos abiertos del mar  en la boca del río Aquí me quedaré  las manzanas son rojas  las peras jugosas  las suelas de los zapatos no se desgastan caminas descalza con ropa ligera final del verano pero el invierno no llega Puedes sentarte afuera en el crepúsculo  mientras cae la noche escuchas a los ruiseñores las luces se acercan sobre las amplias mesas  los pequeños alimentos del final de la tarde cenas con polillas ebria Ya te has tomado tu medicina la medicina una flor la medicina es la medicina olvido  es cada momento un comienzo completamente nuevo es No sé de dónde vengo No quiero regresar la medicina  es siempre ahora siempre ahora

Un poema de Robert Adamson

VIA NEGATIVA: LA DIVINA OSCURIDAD 1.Un poema sin pájaros             Mi mérito es mi duda             Emily Dickinson Esta mañana los helechos arbóreos despertaron y se abrieron mientras la luz del sol diseminaba una niebla espesa--             mañana en un recuerdo inciso con frases hechas, que murmuran palabras y después pronuncian una oración con un aliento             inacabado. Los plataneros susurran, una primera brisa llega y trae los perfumes de la marea; las marcas del agua en la marisma comienzan             a desaparecer. La mañana le da la espalda al sol; gradualmente, la noche llega. En la claraboya, las estrellas aparecen a través de la cortina de humo de un incendio,             incisiones brillantes. Las estrellas son árboles apiñados colgados del cielo nocturno. ¿De quién el cuerpo, de quién los ojos? Alza la vista al cielo: el problema del sufrimiento se expande infinitamente –polvo y luz de nuevo,             tie

Dos poemas de Nick Joaquin

BALADA DE LA EDAD PROVECTA Los jóvenes en otros brazos dislocan el tiempo, hacen muecas al aire, alzan ciudades, visitan granjas, y necesitan ser dos en su orbitar. Pero a los viejos no les hace falta compartir con nadie su lento arrastrarse hacia el coche fúnebre. No hay compañía para quien es demasiado viejo como para emparejarse: ¡Alabado sea el cielo por estos pequeños dones! Oh, cómo los jóvenes enjuagan sus encantos en agua y jabón, en miel y mirra, que llevan como un vestido: enjambres de amantes retándose por doquier. ¿Baño, brocha y afeitado para alguien que te vestirá como quien se pone unos vaqueros o un jersey? No necesita baños quien es demasiado viejo para que lo vistan: ¡Alabado sea el cielo por estos pequeños dones! Toda pasión ida, apagadas todas las alarmas de quien espera solitario en la noche donde por turnos el fracaso embelesa y hiere: qué paz no ser más que un carroza. Dejad que los “daños minimizados” de la juventud descubran temporadas en

Seis poemas de Grete Tartler

PALABRAS Es obvio que la realidad nace de las palabras. Fue decir Hamlet que algo olía a podrido en el reino de Dinamarca y enseguida los daneses se dieron cuenta de que su salvación estaba en los quesos fermentados. Fue decir César:  Alea jacta est! , y empezar por doquier a abrir los casinos. Dicen que hasta existe un campeón de locución, no una mujer, claro, eso cosa de hombres, que cotorreó sin parar durante cinco días y dieciocho horas; no sabemos si por teléfono, con alguien o para el cuello de su camisa. Los hilos de las palabras dividen el paisaje, acuarela fallida. Nos encontramos en el tercer milenio, el milenio sin hilos; corren bajo tierra, y la tierra se estremece con el seísmo de los ritmos enterrados. Pero conseguiremos salvar algunas, por los pelos, con las piernas meciéndose sobre el puente.  LA SUSTITUCIÓN DE LAS FOTOGRAFÍAS Querida mía: te escribo hoy después de ver Oberdöbling, las ruinas de la clínica donde se quedó, tras las rejas, el Poeta

Paata Shamugia, Perogrulladas

PEROGRULLADAS              Para ser aprendidas de memoria 1. Es imposible no estar en dos lugares distintos al mismo tiempo. 2. Mi ausencia es limitada. Siempre estoy en algún sitio incluso cuando no estoy en ningún sitio. 3. Aceptar que no estoy en ningún sitio significa que estoy en todas partes, luego soy Dios. Si soy Dios entonces ¿por qué 300.000 niños se mueren de hambre en Georgia? (esta es tan sólo la estadística de este año), o, ¿por qué no puedo yo irme de vacaciones a Ibiza? (esta estadística es, por el contrario, eterna), o ¿por qué mueren las mariposas por la noche y los hipócritas no? De acuerdo. No soy Dios. Punto y final. 4. Si existes debes estar en algún sitio, estar en algún sitio es estar con alguien, lo mejor es estar con una amante, lo peor es tener que almorzar con el primer ministro. a)      Mi existencia está determinada por el espacio.  Hasta cierto punto, siempre estoy situado En un punto definido e inc