PRÓLOGO De un tiempo a esta parte, amor mío, mi capacidad auditiva no es la misma y sucede que no escucho todas tus palabras. pero tú eres tan hermosa como el silencio que me rodea. de un tiempo a esta parte, tampoco los ojos me sirven de gran cosa. pero tú, amor mío, sigues siendo hermosa incluso en la oscuridad. un bello día perderé también el resto del cuerpo. pero entonces, amor mío, serás tú mi nuevo cuerpo y regresaré a ti al atardecer como una abeja ciega y sorda vuelve a su colmena. EL DERECHO A SER OLVIDADO Tras ejercer el derecho a ser olvidado después de que borrasen cualquier referencia a mi nombre en el espacio virtual compruebo con sorpresa que no he dejado de existir, amor mío, incluso olvidado sigo siendo el mismo, sería de una enorme ingratitud no admitir que morir ahora me resultaría mucho más fácil con los pies besados por las olas mientras, por un instante, me olvido pura y simplemente de que estoy echado y doy los primeros pasos gotas
Taller de traducciones de Martín López-Vega